LECCIONES DE DISCIPULADO
Lección de Estudio 3:
Nuestra Seguridad en El
Hay diferentes pensamientos en referencia a la salvación dentro del cristianismo. Hay aquellos que creen que uno puede perder la salvación. Otros creen que uno puede alejarse de la salvación en forma gradual, o que el individuo solo cambia su manera de pensar y rechaza el regalo de salvación. Y claro, aquellos que creemos que uno no puede perder su salvación, no la puede descuidar, ni se la pueden quitar. ¿Cuál es la razón por la cual existen diferentes maneras de mirar la salvación? ¿Recuerda nuestro primer capítulo? La Biblia debe ser el fundamento para todo lo que creemos. Lo que creamos acerca de la Biblia, va a determinar lo que creeremos acerca de todas sus doctrinas y enseñanzas.
Por lo tanto, si creemos que la Biblia es la Palabra de Dios – que contiene toda respuesta a nuestros problemas – debemos aceptar lo que la Biblia enseña con relación a la salvación y la seguridad de ella.
Seguridad eterna, se encuentra en la Biblia a través de frases como “no perecerán para siempre” (Juan 10:28), “y ninguno de ellos se perdió’ (Juan 17:12), y “Guardados en la virtud de Dios” (I Pedro 1:5). Nuestra seguridad no está basada en lo que creemos o en lo que hacemos. Está basada en Dios – lo que él dijo y lo que él hizo–. El nos ha sellado con su Espíritu (II Corintios 1:21-22). Es su Hijo quien intercede por nosotros (Romanos 8:34-39). Somos guardados por el poder de Dios (Judas 24). Con esto en mente, y con la Palabra de Dios en nuestras manos, podemos estar seguros de nuestra salvación, tal privilegio no depende de lo que nosotros hagamos. Recuerde, es el regalo de Dios. No es un préstamo que tendremos que pagar, tampoco es algo que tenemos que ganarnos. Es un regalo que obtenemos gratuitamente, por la fe en la promesa de Dios. (Hechos 16:31).
Muchos batallan con este asunto de la seguridad eterna. En sus mentes, no pueden concebir que sea gratis, creen que debe haber algo que ellos tienen que hacer para ganársela, o para guardar su regalo. El Señor Jesús nos ha dado varias promesas en su Palabra.
Si alguno viene a él, él no le echa fuera (Juan 6:37). El dio una ilustración en Juan 10 que ha ayudado a muchos a comprender y entenderlo.
Fuimos puestos en las manos del Señor Jesús. El está en la mano de su Padre. Tal relación ha sido sellada por el Espíritu Santo. No hay nada, ni nadie que pueda arrebatarnos de su mano. No hay nada que le pueda causar perdida de su salvación. Usted no puede ser arrebatado, ni tampoco puede salirse de su mano. La salvación es por gracia. Es un regalo. (Gracia = Dado por Dios). No tiene nada que ver con nosotros. Dios nos ha dado la salvación aun sabiendo lo que somos. El sabe que vamos a pecar, que somos mal agradecidos, que no hay nada que pudiéramos darle como pago de su regalo. Aun así, decidió darnos la salvación – no por lo que nosotros somos, sino por lo que él es. Cristo prometió terminar el trabajo que él empezó en nosotros (Filipenses 1:6). Una vez más, él dice que es poderoso para guardar nuestro depósito en él. (II Timoteo 1:12). El no va a perder nada.
Si nosotros tenemos que hacer algo para guardar nuestra salvación, entonces, en vano murió Cristo. Necesitaríamos ofrecer continuo sacrificio a él por nuestros pecados. Mas, la muerte de Cristo fue suficiente. El murió una vez, y murió por todos (Hebreos 9:26-28; 10:10, 12, 14, 18). Para aquellos que aún pudieran tener dudas, o para aquellos que todavía piensan que hay algo que puede quitarles el regalo de Dios, mire lo que dice Romanos 8:38-39. Aquí Pablo nos da todo un menú de cosas que la gente pudiera ver como una amenaza contra la salvación. Nada de lo que se encuentra en esta lista puede separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Analicemos cada una de las cosas dadas en esta lista, se incluyen cosas como:
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Muerte – no puede separarnos de Dios.
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Vida – no puede separarnos de Dios.
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Ángeles – no pueden separarnos de Dios.
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Principados – no pueden separarnos de Dios.
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Potestades – no pueden separarnos de Dios.
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Lo Presente – no pueden separarnos de Dios.
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Lo Porvenir – no pueden separarnos de Dios.
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Lo Alto – no puede separarnos de Dios.
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Lo Bajo – no puede separarnos de Dios.
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“Ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
No hay nada en este mundo, o en el siguiente que pueda separarnos de Cristo. No hay nada en nuestro pasado ni en el futuro que nos descalifique de la salvación. Por si acaso se le olvido algo a Pablo, termina diciendo que no hay ninguna cosa creada que pueda separarnos del amor de Dios. Nuestra seguridad descansa en Cristo, él es la Roca.
¿Por qué es esto importante?
La seguridad eterna es algo de suma importancia. Si Satanás logra hacernos dudar de la salvación, hará de nosotros cristianos con una vida inútil. Si usted cae en la creencia de que tiene que hacer algo para guardar su salvación, su motivación será el temor y la culpa. Ninguno de estos motivos le sostendrá en su servicio a Cristo. Todo lo que hagamos para Cristo debe tener su fundamento en nuestro amor por él.
Siempre recuerde que ahora es un hijo de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús. Esa relación no fluctúa. su nombre está escrito en el cielo. El nunca borrará su nombre. Usted no se guarda por sí solo; Dios es el que le guarda. Usted está sellado hasta el día de su regreso (Efesios 1:13; 4:30).
Aunque esto sea verdad, la gente aun así preguntará, “¿Cómo puedo saber que en verdad soy salvo, que el cielo será mi hogar?” Mucha gente ha recibido una salvación basada en las emociones, pero la Biblia claramente dice que la vida eterna es algo que Dios quiere que sepamos (I Juan 5:13). Se recomienda que el nuevo creyente lea el libro de Juan, el cual es fácil de entender.
Nuestra salvación no descansa en nuestros sentimientos, por cuanto los sentimientos son muy variables. Nuestra salvación descansa en hechos. Es un hecho que somos pecadores (Romanos 3:23). Es también un hecho que, aun así, Dios nos ama (Juan 3:16).
Es un hecho que el pecado demanda una paga (Romanos 6:23). Es un hecho que Cristo pagó por los pecados en la cruz (Romanos 5:8). Es un hecho que, si ponemos nuestra fe en Cristo, El nos escucha y nos salva (Romanos 10:9-13). Es un hecho también que cuando hemos sido salvos, el cielo será nuestro hogar para siempre (Juan 14:1-3). ¡Para siempre!
El trabajo ha sido terminado. No hay nada que usted pueda hacer para ganarse la salvación, o para mantenerse salvo. Cuando Cristo murió en la cruz, dijo: “Consumado es”, El había terminado la obra de redención. No hay nada que nosotros pudiéramos añadir para completar tal obra. ¡Jesús lo pagó todo! Si sentimos que podemos ganarnos la salvación, sentiremos también que debemos guardarla nosotros. Por otro lado, si creemos que la salvación es un regalo, creemos también que él no nos quitaría lo que él mismo nos ha dado. Dios ha prometido que le guardaría en su seno. Nuestra eternidad está segura cuando está en Cristo – él lo prometió. Usted puede edificar su futuro en las promesas de Dios.
Tomando posesión de esta seguridad.
Por cuanto esto es un asunto de mucha importancia, debemos entender que Dios quiere que sepamos que somos salvos. Aun con todas las evidencias bíblicas, puede ser que todavía se pregunte si Dios en verdad nos tiene en sus planes y que no nos descuida. Aquí hay una lista que le ayudará a poseer esta seguridad de salvación:
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Crea la Palabra de Dios, aún si no la entienda al principio (I Tesalonicenses 2:13).
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Acepte a Cristo como su Salvador (Romanos 10:9-10).
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Afírmese en Sus promesas (Juan 10:28-30).
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Desee cosas espirituales (I Pedro 2:2).
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Crezca en gracia (II Pedro 1:5-11).
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Dese cuenta de que su vida ha experimentado un cambio (II Corintios 5:17; I Juan 3:14-22).
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Disfrute la paz interior y el gozo que vienen de Dios (Romanos 15:12-13; Filipenses 4:7).
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Tenga fe en Dios, ésta es su victoria (I Juan 5:4-5).
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Escuche el testimonio del Espíritu Santo (Romanos
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Disfrute la seguridad de salvación (Romanos 8:33-39; I Juan 5:13).
Finalmente, se necesita reiterar que esta seguridad en la Palabra y en la obra de Dios, es compatible con su naturaleza de pecado (I Juan 1: 8-10; 2:1). Es compatible con las imperfecciones de la vida (Gálatas 6:1). Es compatible con la limitación de conocimiento (I Corintios 13:9-12). “ Estas cosas os he escrito a vosotros…para que SEPÁIS que tenéis vida eterna… (I Juan 5:13).
Cuatro maneras en que usted puede estar seguro de su salvación:
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El testimonio de la Palabra de Dios (Romanos 10:17).
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El trabajo del Espíritu Santo.
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El trabajo de Dios – evidencia interna, convicción personal.
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El testimonio del hombre – evidencia externa, contundente prueba
Usted puede entender su salvación si cree en la Palabra de Dios y sigue sus enseñanzas. El Espíritu Santo le guiará en la verdad, y la verdad le hará libre – libre para vivir una vida en Cristo (II Corintios 5:17) ante Dios y ante los hombres, una nueva vida en su interior y también en su exterior.