LECCIONES DE DISCIPULADO
Lección de estudio 13: Id y Predicar
El concepto de compartir con otros lo que hemos creído, no es nada nuevo en el cristianismo. Aun así, muchas veces se predica mucho, pero con muy poca práctica. Algunos pretender creer que simplemente no es su “Don spiritual” y por lo tanto no lo practican. La verdad es que, a la luz de Las Escrituras, esto no es un asunto de “Don”, sino más bien, es un Mandato de Dios, y, ¡todo cristiano debe obedecerlo! Para ser así cristianos obedientes al mandato de Dios.
Algunos sienten temor de hablar con otras personas, y temor de ser rechazados. Y por causa del temor, muchos nunca llegan a experimentar el gozo de guiar a alguien a Cristo. Dios no nos ha dado el espíritu de cobardía, sino de poder. ¡El fruto de un cristiano es otro cristiano! No hay mayor gozo, ni mayor satisfacción que estar involucrado en la salvación de los hombres. Aunque la salvación es una obra de Dios, él ha escogido individuos para que lleven su mensaje. Que Dios nos ayude a llevar su mensaje valerosamente a todo lugar.
La Biblia nos dice mucho en el asunto de ganar las almas. En el libro de Proverbios 11:30: “El fruto del justo es árbol de vida: y el que gana almas, es sabio”; Santiago 5:20 nos dice como: al salvar a un alma de la muerte, se cubre una multitud de pecados. No debemos minimizar la importancia de ganar las almas
Mateo 4:19 es un versículo que nos familiariza con ganar las almas. Es la historia de Jesús cuando enseñaba a sus discípulos acerca de su nueva vocación. Antes de este pasaje, los hombres con los cuales él hablaba habían sido pescadores. Mateo 4:19 dice: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”
En vez de pescar peces, ahora irían a pescar las almas de los hombres. Debemos notar algunas cosas con relación a este versículo. En primer lugar, vemos el mandato – “Venid en pos de mi…” no hay otra opción. Cristo, enfáticamente declara a sus discípulos que ellos debían seguirlo. Sin hacer preguntas, el mandamiento está claro: deben seguir a Cristo.
En segundo lugar, podemos ver la edificación. Al seguir a Cristo, El promete “hacernos…”. Nuestra vida, entonces, se convierte en un área de edificación al seguir a Cristo. Luego viene la excusa: “No puedo hacerlo”. La respuesta de Cristo es siempre la misma: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. Nuestra responsabilidad es seguirlo; Él se encargará de hacer lo demás.
En tercer lugar, vemos el producto terminado. Al seguir a Cristo, él comienza a moldearnos. Cuando él termine, él habrá hecho de nosotros pescadores de hombres. El problema para mucha gente es dar el primer paso. Tienen su vista puesta en sus debilidades, dudas y temores, y por esa causa nunca lo siguen. Como consecuencia, nunca llegan a ser los ganadores de almas que Dios intentaba hacer de ellos.
Dios nos manda y a la vez nos llama a ser ganadores de almas. Algo que debemos recordar es esto: Con el llamado de Dios, viene también la capacitación divina.
Muchos saben que deben compartir su fe con otros, pero en verdad no se dan cuenta de lo que eso requiere. Tienen el deseo de ser obedientes a Cristo y a sus mandamientos, pero no saben por dónde empezar. Si ese es usted, usted no el único. ¿Qué significado tiene: “compartir su fe” con otros? ¿Qué implica hacerlo?
La primera cosa que se menciona es el hecho que Dios ama a todos los hombres (Juan 3:16). Antes de comenzar a hablar a otros del pecado, empiece con algo positivo – Dios los ama tal y como son.
Luego, explíqueles como todos los hombres han pecado (Rom. 3:23). Usted es un pecador y ellos son pecadores. Usted tiene algo en común con todos aquellos que conoce – ¡Todos son pecadores! El hombre debe entender que se ha extraviado antes que reconozca su necesidad de ser salvo.
Recuerde que usted también estaba perdido. Quizá todavía no conoce las referencias bíblicas para enseñar a alguien, pero sí tiene lo que pudiera ser la mejor herramienta (aparte de la palabra de Dios) que es el testimonio de una vida transformada. Usted es una muestra de la gracia de Dios; no se avergüence del evangelio.
En seguida, explique cuál es la paga del pecado. Por cuanto todos somos pecadores, merecemos pagar el mismo precio. La paga del pecado es muerte (Rom. 6:23), una separación eterna de Dios. La ilustración de una nómina de pago se puede usar para ayudar a la persona a entender lo que significa la palabra Pago. Una persona que ha desempeñado un trabajo espera al final de la semana el pago de su esfuerzo. Si no lo recibe, tiene todo el derecho de molestarse, porque él se había ganado un pago. De la misma manera, la paga del pecado es muerte, y cada uno de nosotros ya lo hemos ganado.
Luego, comience a decirles las buenas nuevas. Eso es lo que la palabra evangelio significa – Buenas nuevas. La mala noticia es que ellos han pecado, y el pecado demanda un pago. La buenas nuevas son que alguien se ofreció a pagar por sus pecados (Rom. 5:8). Cristo personalmente pagó por todos nuestros pecados. ¡Nosotros no tenemos que pagar!
Sin embargo, no podemos parar aquí. Todo lo anterior es solo conocimiento. ¿Sabe usted que Dios le ama? ¿Reconoce que es un pecador? ¿Entiende usted que alguien tiene que pagar por su pecado? ¿Cree que Cristo murió para pagar sus pecados?
Todas estas preguntas pueden ser contestadas con puro conocimiento, pero eso no es suficiente. El punto final que debe ser enfatizado es que El hombre debe personalmente orar y aceptar a Cristo como su Salvador (Rom. 10:9, 10 13).
Cuando estamos ganando un alma para Cristo, debemos hacer una presentación clara de estos cinco puntos importantes:
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Siempre debemos decirles del amor de Dios.
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Mostramos también como todos hemos pecado,
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Explicamos el precio que se debe pagar.
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Compartimos como Cristo pago por los pecados.
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Los conducimos a recibir a Cristo en oración.
Para ayudarle a ganar las almas, le hemos provisto este Nuevo Testamento que contiene una guía de versículos marcados, esenciales para guiar almas a los pies de Cristo.
Hasta este punto, debe de estar claro que ganar almas no es una opción, si su deseo es seguir las huellas del Señor. Alguien dijo: “La única alternativa en el asunto de ganar las almas es desobediencia a Cristo”. Tener todo este conocimiento no servirá de mucho menos que lo ponga en práctica. No se aprende a ganar las almas solo de un libro de texto o de una clase. “se aprende por ir” . Usted aprenderá a ser un ganador de almas al seguir a Cristo y yendo a ganarlas.
Como resultado de esta lección, usted debe de tomar una decisión voluntaria de ser fiel al Señor en ganar las almas. Cuando haya experimentado el gozo ver a alguien recibir a Cristo, estará feliz de no haber permitido que el temor se lo hubiera impedido.
Esta lección no le da todas las instrucciones sobre el ganar las almas; eso llevaría mucho tiempo. La Biblia habla mucho de las almas de los hombres y de nuestra responsabilidad de alcanzarlos. El propósito de esta lección es que usted pueda ver que no hay excusa. El ganar almas nos es ordenado por el Señor, y continúa siendo practicado por cristianos que creen la Biblia. Ganar almas se vuelve un estilo de vida.